0

Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

Carlos Cachón

·

Hemos aprendido a celebrar con absoluta sobriedad nuestros éxitos. No por virtud o entereza sino porque ocultar nuestros sentimientos nos ha permitido navegar por nuestros fracasos con cierta dignidad, simulando que no nos afectaron. Eso es seguramente lo que ofusca a nuestros conocidos. A fuerza de fingir decoro hemos logrado suprimir cualquier expresión de empatía, cualquier gesto de cercanía que les permita alcanzarnos.